En primer lugar,
pido disculpas por si alguien se siente ofendido al haberme tomado la licencia
de titular este artículo haciendo un juego de palabras con parte de la letra de
la canción de Cecilia “Dama, dama” (para quien no lo sepa, Cecilia fue una
cantante española que falleció en un accidente de tráfico la madrugada del
lunes 2 de agosto de 1976, cuando regresaba a Madrid después de un concierto en
la sala Nova Olimpia de Vigo).
Lo de la DANA
(acrónimo de Depresión Aislada en Niveles Altos), antes llamada “Gota
Fría”, que ha dejado a mucha gente del Levante español sumida en la más
deplorable indigencia, es otra evidencia más de que en el mundo están
ocurriendo demasiadas cosas extrañas -muy continuas- para ser naturales, casuales
o accidentales.
Y es que, en lo
referente al clima, estamos hartos de ver cada día nuevos episodios
meteorológicos que baten todos los records: el huracán más potente de la
historia, la ola de calor más larga y calurosa, y ahora la DANA más mortífera e
insólita de todos los tiempos.
Y esto no sólo
lo digo yo, sino que también lo dice el Dr. JJ González Alemán (Dr. en Física y
Meteorólogo e Investigador de la AEMET): “Si
ya era un evento extraordinario, la persistencia de esta DANA, que no para de
generar un impacto muy alto, hoy también, sí que está adquiriendo tintes raros.
Hace falta estudiarlo, pero las sospechas de que hay algo detrás de este
extraño comportamiento son robustas. Su intensidad, pero sobre todo su
persistencia, es motivo de análisis profundo”.
¿Qué está
insinuando este señor? ¿A qué se refiere con eso de que hay sospechas de que
hay algo detrás de ese extraño comportamiento? Una de dos, o bien se refiere a
que el clima ha sido manipulado o, como es de esperar de un tipo que trabaja
para AEMET, que esto se ha producido a consecuencia del llamado “cambio
climático”.
Echar la culpa
al cambio climático antropogénico de lo que ha sucedido en Valencia es, además
de mezquino, la ESTUPIDEZ MÁS GRANDE que he oído en mi vida.
No voy a
discutir aquí si la “Gota Fría” se ha originado de forma natural o si ha sido
“ayudada” por alguna tecnología que desconocemos. Pero lo que sí que voy
repudiar es la inmundicia de algunos, que utilizando este daño pretenden sacar
réditos políticos y, sobre todo, afianzar la ideología del “cambio climático”
como la mayor amenaza que existe actualmente sobre el planeta.
Todas las
respuestas dadas por el Gobierno, las instituciones y, sobre todo, los medios
de comunicación han ido en esa dirección: culpar de lo ocurrido al “cambio
climático”. ¡Vaya un descubrimiento! Evidentemente, el clima cambió, y de un
Sol radiante pasó a nublarse y descargar cantidades ingentes de agua. En fin,
lo normal de toda la vida, ya que el clima, desde que el mundo es mundo, cambia
constantemente.
Ahora bien, echar
la culpa de lo sucedido a ese “cambio climático” que nos quieren vender, el que
según ellos es provocado por el CO2 emitido a la atmósfera como
consecuencia de la actividad humana, es una fantasía ridícula que no se
sostiene, pero que, sin embargo, genera pingües beneficios.
No soy ningún
experto climatólogo ni nada que se le parezca, pero sí tengo ojos, oídos y algo
de sentido común, por cierto, como el resto de los mortales. Y lo que ha pasado
en Valencia, se mire por donde se mire, no debería haber ocurrido en pleno
siglo XXI, aunque, por desgracia, venga siendo lo habitual en el Levante
español desde tiempos inmemoriales.
España -país de
sequias prolongadas e inundaciones esporádicas-, es hidráulica, hidrológica e
hidrogeológicamente hablando uno de los países más preparados del mundo, con
unos técnicos excepcionalmente acreditados en la materia.
Ahora vienen las
lamentaciones, pero la realidad es que esta tragedia se sabía que tarde o
temprano iba a ocurrir, por lo tanto, se podría haber evitado. Así que el
discurso, hartamente explotado, de echar la culpa de lo sucedido al “cambio
climático” no sólo no es válido en este caso, sino que es repugnante.
La zona del
Levante español está hartamente estudiada. Los modelos sobre inundaciones
existen desde hace tiempo y son cada día más exhaustivos. Sin embargo, parece
que los políticos que tienen que tomar las decisiones de acometer las
infraestructuras necesarias para que esto no ocurra no están interesados, ya
que son planes a largo plazo y no dejan réditos electorales.
Sin entrar en
detalles, hay dos factores clave de por qué ha sucedido esta catástrofe: una,
por el desmadre de asentamientos perpetrados en las últimas décadas en una zona
no apta para ello, debido al índice elevado de riesgo por inundaciones. Y otra,
por la falta de infraestructuras para paliar las constantes riadas. Y esto se
sabe desde hace tiempo.
Sin embargo, los
medios de comunicación en vez de hacer hincapié en pedir responsabilidades a
nuestros políticos, por el constante abandono de sus responsabilidades como
gestores, están erre que erre echando la culpa de lo sucedido al “cambio
climático”. Con una retahíla de sandeces sobre la DANA, y haciendo lo que
siempre hacen (acojonar al “populacho”), por cierto, de una manera magistral
(lógico, tienen mucha experiencia), están preparando a la gente para los
cambios que van a llegar. Pero esos cambios no serán en la dirección correcta (acometida
de infraestructuras, regulación de asentamientos, etc.), sino restrictivos, que
es lo único que saben hacer los políticos corruptos. Y es que, como era de
esperar, el Gobierno ya ha anunciado que se modificarán e implementarán nuevas
leyes y todo un abanico de nuevas medidas que le brinda el suculento negocio
del “cambio climático”. Evidentemente, esto supondrá más pérdida de derechos,
subida de impuestos y todo un elenco de nuevas restricciones.
¿Pero qué clase
de personas nos gobiernan? Ni un solo político, ni del PP ni del PSOE ni de
Sumar ni de VOX, tiene las manos limpias en esta tragedia. Estos parásitos
nunca han hecho nada por nosotros y nunca lo harán. Así que mientras la gente
no se dé cuenta de que la partitocracia es el mayor de nuestros males nada va a
cambiar y seguirán ocurriendo cosas como esta.
Pero me temo que
por muchas DANAs, muchas pandemias y muchas crisis de cualquier índole el
“populacho” no aprenderá y seguirá votando a políticos trepas sin escrúpulos,
que sólo están al servicio del poder global del dinero.
Mis más sinceras condolencias a todos los afectados por esta tragedia que, no me cabe la menor duda, se podría haber evitado. Y lo saben.