Cinco años después de la aparición del Covid-19, ningún organismo
oficial quiere investigar en profundidad qué fue realmente la falsa pandemia. A
lo sumo, dan una explicación pueril de lo sucedido para acallar bocas, y aquí
paz y después gloria.
Sin embargo, para cualquier persona mínimamente inteligente,
observadora y que investigue un poco, la respuesta es bastante sencilla: el
objetivo de todo esto fue probar una nueva técnica pionera llamada ARNm y, de
paso, realizar el mayor experimento de ingeniería social en la historia de la
humanidad.
Como todo el mundo sabe, esto empezó a finales del año 2019 en Wuhan,
China. No vamos a tratar aquí el origen de la falsa pandemia, si fue en un
mercado o una fuga en un laboratorio de armas químicas de Wuhan. Tampoco si el
SarsCov-2 realmente existió o fue un invento para la ocasión. De lo que vamos a
hablar es de las llamadas “vacunas” de ARNm que, en definitiva, fueron el
verdadero objetivo de todo esto.
Es evidente que la industria farmacéutica no podía dejar pasar esta
oportunidad (casual o provocada) para probar su nueva tecnología ARNm. Esta
nueva tecnología llevaba más de 20 años de investigación y nunca había obtenido
la aprobación regulatoria de las autoridades sanitarias. Pero con la falsa pandemia
se pudo eludir el aparato regulatorio, además de esquivar todas las sanciones e
indemnizaciones en caso de provocar demasiados efectos secundarios.
Una de las claves del experimento era evitar que la inmunidad natural
arruinara la posibilidad de que fueran las “vacunas” de ARNm las que se
llevaran todos los honores de terminar con la falsa pandemia. De ahí que se
prohibieran terapias alternativas (ivermectina, hidroxicloroquina,..) a los
protocolos dictados por la OMS. Y es que lo último que querían los
planificadores de la falsa pandemia era una cura que no fuera a través del
ARNm. Había que actuar con rapidez antes de que la falsa pandemia
desapareciera. Es por esa razón que hubo que ir dando largas, incrementando una
ola tras otra, para seguir manteniendo el miedo, los confinamientos, la
distancia de seguridad, la mascarilla, etc. Porque, ¿cómo inocular una vacuna a
la población mundial si la enfermedad desaparece por la respuesta del sistema
inmunológico? Si eso ocurriera, la vacuna sería superflua y las compañías
farmacéuticas perderían miles de millones de dólares. Y lo más importante,
desaprovecharían la oportunidad de su vida de “demostrar las maravillas” de su
nueva tecnología ARNm.
Ahora todo encaja. Por eso mantuvieron igualmente aislados a los
jóvenes, cancelando toda actividad académica, para evitar en lo posible la
inmunidad de rebaño de toda la vida.
Los medios de comunicación fueron una pieza fundamental para prolongar
la falsa pandemia hasta que tuvieran lista la nueva tecnología ARNm. De ahí
todas esas consignas: “aplanar la curva”, “todos juntos saldremos de
esta”, “lo importante es salvar vidas”, etc.
Sin embargo, lo de salvar vidas no era el objetivo, ya que es bastante
obvio que los confinamientos, la distancia de seguridad o las mascarillas
fueron más perjudiciales para la salud que el propio “virus”: no se puede recuperar
la salud cuando la población está aterrorizada y hundida en la depresión. Es
tan evidente que sobra explicarlo.
Si bien las “vacunas” de ARNm fueron dadas a conocer mundialmente
durante la falsa pandemia del Covid-19, el verdadero objetivo de las
farmacéuticas es aplicar esta tecnología a otras muchas enfermedades, sobre
todo al cáncer.
Según las estadísticas, hoy en día el cáncer es la segunda causa de
muerte después de las enfermedades coronarias. Y he aquí que las farmacéuticas
ya están anunciando que tienen desarrollada una nueva “vacuna” de ARNm contra
el cáncer.
Hasta la fecha, los planificadores de la falsa pandemia siguen sin ser
sometidos a una investigación que aclare la verdad. Y mientras eso no se
produzca, nunca sabremos si su plan fracasó o, por el contrario, fue todo un éxito.
Lo que sí han conseguido -consciente o inconscientemente- es que una parte
importante de la población haya perdido la confianza en todas las instituciones,
empezando por el gobierno.
Por supuesto, hubo otros actores involucrados que se forraron durante
la falsa pandemia: las grandes tecnológicas, los medios de comunicación, las
compañías de entretenimiento audiovisual, el comercio on-line, etc. También el
FEM aprovechó la oportunidad para dar un empujón a su Gran Reinicio y el
Partido Comunista Chino la utilizó para instaurar su régimen de vigilancia
total.
En definitiva, todo el episodio se convirtió en la estafa más grande de
la historia. Pero, ¡cuidado! Es un modelo que esperan repetir, una y otra vez,
hasta conseguir su objetivo: la imposición de su Nuevo Orden Mundial.
Que el mundo cada día está más dividido es un hecho. Sin embargo, todo
lo que estamos viendo (desastres, pandemias, crisis económicas, atentados de
falsa bandera, enfrentamientos derecha vs izquierda, inmigrantes vs autóctonos
y un largo etcétera) no es más que un desorden provocado para conseguir implantar
su Nuevo Orden Mundial.
Ya sabes, “Ordo
ab chao”: el lema masónico que significa “orden a partir del caos”.
El objetivo final es someter a los ciudadanos a una única autoridad
mundial. Para ello se está llevando a cabo una campaña propagandística muy
sutil en todos los medios de manipulación (televisión, cine, redes sociales,
etc.).
¿Te has dado cuenta de que todo lo que sale en los medios de
manipulación es catastrófico? Y es catastrófico, porque su objetivo no es otro
que el de preparar a la población para la llegada del caos. Y cuando el caos
empiece a ser insoportable, será el pistoletazo de salida para hacerse
definitivamente con el control del mundo bajo el liderazgo de la ONU (según sus
planes, esto pretenden hacerlo en aproximadamente una década).
Evidentemente, las “vacunas” ARNm, además de ser un gran negocio para
las farmacéuticas, forman parte de este plan. El objetivo es establecer la
tecnología ARNm para todo tipo de enfermedades. Para eso se reunieron en Seúl,
el 19 de junio de 2025, más de 180 “expertos” de todo el mundo en el Foro Global de Vacunas IVI 2025, donde, entre otras cosas, hablaron de
implementar terapias genéticas diseñadas por IA, que serán autorizadas
rápidamente sin siquiera ser probadas.
Dicho esto, la pregunta obligada es: ¿qué se oculta detrás de la tecnología ARNm para que los sátrapas de siempre -hartos de decir que el planeta está superpoblado- tengan tanto interés en implementarla globalmente?