20 agosto 2025

UN MUNDO DE LOCOS PARA LOCOS

No hace falta ser ninguna lumbrera para darse cuenta de que este es un mundo perverso, genocida y esclavo de su propia locura.

La nuestra es una sociedad profundamente enferma. Está integrada por unos locos empeñados en hacerse la vida imposible. Todos esos conceptos, como derechos humanos, democracia, libertad, igualdad o sostenibilidad, son sólo palabras que, en realidad, carecen de sentido. Porque, ¿cómo se puede hablar de derechos humanos viendo el genocidio de Gaza? O, ¿cómo creer en la democracia, la libertad, la igualdad o la sostenibilidad con la que está cayendo?

Si el mundo está dirigido por psicópatas no es de extrañar que nos hayamos convertido todos en psicópatas. El llamado “progreso” ha hecho de nosotros unos seres egoístas, insípidos e insulsos, que sólo estamos interesados en un sinfín de gilipolleces a las que damos una importancia desmesurada. Me refiero a cosas como vivir casi exclusivamente para ganar dinero, ya que se supone que el dinero te lo da todo: una gran casa en un barrio exclusivo, artículos de lujo y poder consumir los mejores productos del mercado. Y lo hacemos, fundamentalmente, para impresionar a todo aquel que tenemos a nuestro alrededor, ya que si tienes dinero eres admirado y envidiado.

Luego, claro está, necesitamos toda una parafernalia de “logros sociales” como títulos académicos, pedigrí social y ocupar el puesto más elevado en el escalafón social y profesional. Obviamente, esto va intrínsecamente unido a un físico impresionante con el que cautivar a nuestros semejantes, ya que con dinero puedes tener el físico que quieras.

Bueno, pues esto es, más o menos, lo que todo mortal ansía en esta vida, ya que el manicomio en que vivimos dice que en esto consiste el “éxito”.

Evidentemente, si todos tuviéramos “éxito” no sé quién iba a limpiar las calles, recoger la basura o arriesgar su vida en una mina. Pues para eso se creó la “desilusión”, para cubrir esos puestos. Si no podemos alcanzar estas metas nos desilusionamos y tendemos a sentirnos mal con nosotros mismos. Esto implica un estado de fracaso y frustración -que solemos ahogar atiborrarnos de alcohol, drogas o entretenimientos banales como, por ejemplo, el fútbol- que hace que aceptemos de buen grado estar en el escalón más bajo de la escala social.

Pero tanto si somos de los que tienen “éxito” como de los que no, nuestra vida es limitada y tarde o temprano moriremos. Y lo que la gente parece ignorar, es que todos vinimos a este mundo sin nada y nos iremos de él sin nada. Por lo tanto, este juego de recompensas materiales es totalmente absurdo.

Desde nuestro nacimiento hemos sido criados y educados en este irracional juego de recompensas materiales y egos desmesurados. Nuestros padres ya fueron adoctrinados es este sentido e hicieron lo propio con nosotros. Y todo para impresionar a nuestros semejantes que, por cierto, tienden a hacer lo mismo al haber sufrido también el correspondiente lavado de cerebro.

Pero llevar una vida plena, dependiendo de lo que esperan de nosotros los demás, es improbable, en el mejor de los casos, o directamente imposible.

La sociedad ha caído en la locura. De hecho, muchas de las personas que han conseguido el “éxito” se sienten vacías y no son felices. Así que si realmente queremos vivir una vida diferente tendremos que empezar por hacer cosas diferentes.

En primer lugar deberíamos desaprender todo lo aprendido sobre este juego de recompensas y egos. Posteriormente, dejar de lado las normas que hemos seguido hasta ahora -ideadas por locos psicópatas- y adoptar las nuestras.

Somos nosotros los únicos que debemos definir nuestros propios valores e ideales. Olvidemos las ideologías, que sólo sirven para dividirnos, y fomentemos el respeto. Debemos encontrar nuestra propia verdad. El mero hecho de estar vivos, disfrutando de la belleza de este impresionante planeta azul, es mejor que cualquier cosa que el juego de las recompensas y egos pueda ofrecernos.

No sé que más necesitamos para darnos cuenta de que el sistema ha fracasado estrepitosamente. Es un sistema que esta poco a poco destruyendo nuestro entorno y a nosotros mismos. Un sistema donde la manera de hacer las cosas no funciona, y las formas que tratan de corregir los errores son aún peores. Así que deberíamos probar algo nuevo de verdad.

Evidentemente, el cambio no vendrá del estatus quo: todos sus cambios siempre han ido a peor. El mundo no mejorará mientras la humanidad siga haciendo lo mismo y no cambie sus hábitos. Si insiste en hacer las mismas cosas, una y otra vez, todos los intentos de cambio serán fallidos, como hasta ahora. Hemos de desviarnos radicalmente de los patrones que nos han traído hasta aquí, de lo contrario nuestra supervivencia en el planeta no está asegurada. Porque una cosa es clara: de seguir viviendo bajo las reglas de los locos lunáticos que gobiernan el mundo seguiremos en caída libre.

Desde que aparecieron los medios de comunicación audiovisuales el mundo se ha convertido en un manicomio. Día tras día estos medios difunden sin descanso el lado más oscuro y trágico de la vida. Las imágenes y relatos que despliegan, amén de ser sesgados, manipulados y en muchos casos mentira, son de lo más desalentador. Esto induce a la gente a la desesperanza y a la frustración. Por lo tanto, es absolutamente necesario alejarse para siempre de los medios de comunicación. Si lo hacemos, descubriremos que esa sensación de ansiedad y desasosiego permanente se ve aliviada inmediatamente. Y es que el ser humano no fue diseñado para mirar una puta pantalla desde que se levanta hasta que se acuesta.

Si nos fijamos, a nuestro alrededor no vemos psicópatas, terroristas, ladrones y asesinos por doquier. Lo que vemos es gente corriente bastante solidaria, amable y humanamente aceptable. Son personas que lo único que desean es vivir en paz y armonía con sus semejantes. Sin embargo, estas personas no siempre son afables. Lo que les hace comportarse a veces como verdaderos psicópatas es la injusta distribución de la riqueza, que hace que personas intrínsecamente buenas se conviertan en carroñeros antisociales en su lucha por conseguir el vil metal para poder subsistir. Son precisamente estas distorsiones del comportamiento humano las que los medios de comunicación se encargan de difundir a todas horas, para mantener nuestra atención centrada en el lado oscuro de la vida, dando origen a este mundo de locos para locos.

¿Cuándo vamos a ser conscientes de que este sistema está manipulado de principio a fin para proteger y favorecer a la élite dominante? Porque, ¡señores! No sé si se han dado cuenta, pero la élite dominante es el sistema. 

3 comentarios:

  1. Excelente análisis.

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  2. Has estado sembrado Pepe.
    Bravo!
    Pero no me voy a convertir en un psicópata,nooo.
    Mi lado oscuro la controlo.
    Mi bondad se le acaba la paciencia.
    Aunque me consuma de tristeza.
    No voy a ofrecer la otra mejilla.
    Quien ve la tele?
    Nadie.
    No he visto una cosa mas descarada en la t.v. pública,que la ven nuestros mayores que estan en casita esperando su...
    Les han arrebatado el bodrio culebronero nostálgico para estar predicando telesanchez 12 horas seguidas de actualidad,información y opinadores.
    Ni en una puta dictadura abierta se ha visto esto...
    Esto que es?
    Luego nadie se da cuenta.
    Y lo peor es que entran al trapo los muy miserables defendiendo al lider de la SECTA correspondiente.
    Ufff...
    La nueva anormalidad...
    Agur.




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  3. Además y termino,no soy un rebelde con causa...
    No me caso ni con mi sombra.
    No tengo tres añitos para que me alineen en ninguna religión,ideología o lavado de cerebro que se tercie.
    Me altera y he funcionado así.
    Los que hemos tenido la nevera llena gracias al incomesurable esfuerzo y sacrificio y luego los hijos defenderlo de nuestros padres,nunca y digo jamás,sé presume y ostenta.
    Prohibido.
    Eso es de...,no quiero decir tacos.
    Ni se come el bocata delante de un compañero si no tiene sin darle la mitad.
    Ok.
    De casita se viene aprendido y es para toda la vida.
    FELÍZ TARDE.

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