31 mayo 2025

AUTISMO: UNA AUTÉNTICA PLAGA QUE NO PARECE IMPORTAR A NADIE

En EEUU, en un reciente estudio del “Centro de Control y Prevención de Enfermedades” (CDC) titulado “Prevalencia e identificación temprana del trastorno del espectro autista en niños de 4 y 8 años -Red de Monitoreo del Autismo y las Discapacidades del Desarrollo, 16 sitios- Estados Unidos, 2022”, se encontraron las siguientes estadísticas preocupantes:

En 1970 había un niño con trastorno del espectro autista (TAE) por cada 10.000 niños.

En 1980: uno de cada 3.000 niños.

En 1990: uno de cada 1.000 niños.

En 2000: uno de cada 150 niños.

En 2010: uno de cada 68 niños.

En 2020: uno de cada 36 niños.

Y en 2022: uno de cada 31 niños.

Esto supone que el TAE aumentó un 32.000% en niños de 8 años en EEUU.

En España, de acuerdo a los datos extraídos del último informe de la Confederación Autismo España (CAE) titulado “Datos de alumnado general no universitario con trastorno del espectro del autismo”, el número de alumnos con autismo en el sistema educativo español se han multiplicado por cuatro en poco más de una década, produciéndose de manera continuada en los últimos 12 cursos escolares. Así, se ha pasando de 19.023 alumnos autistas en el curso 2011-2012 a 78.063 en el curso 2022-2023, lo que supone un incremento del 310,36% (datos e imagen obtenidos en cienciaysalud.com).

Para cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad estos datos son extremadamente alarmantes. Sin embargo, no parecen preocupar a nadie. Solamente los afectados son conscientes de tan dramática situación.

La mayoría de padres con hijos autistas creen, porque lo han vivido, que la cantidad enorme de vacunas que reciben los niños son las causantes de esta situación. Sin embargo, ningún organismo oficial con competencia en la materia se ha tomado la molestia de investigar esta denuncia. Evidentemente, esto es debido a que la industria farmacéutica tiene metidas sus zarpas en todas partes.

Según los fabricantes de vacunas, todas son “seguras”, “eficaces”, han salvado millones de vidas y evitado sufrimientos innecesarios. Por lo tanto -también según ellos- ningún ser humano debería verse privado de estos beneficios. Lo que no mencionan, es que hay literatura y estudios revisados por pares que dicen exactamente todo lo contrario. Así que la pregunta inevitable es: ¿por qué no hay debate al respecto? Pues porque la todopoderosa industria farmacéutica no quiere arriesgarse a perder sus enormes beneficios. Así de simple

Por otro lado, los tratamientos para combatir o paliar el autismo generan a la industria farmacéutica cientos de miles de millones de dólares en ganancias cada año. Así que es fácil de entender que no quieran que la epidemia de autismo termine. ¡Increíble! ¿Verdad?: Ellos generan el problema con las vacunas y luego ofrecen la solución con sus tratamientos. Es decir, se lo llevan crudo con el problema y luego con la solución.

Está claro que de seguir ignorando esta realidad no tardando mucho el autismo se habrá convertido en una auténtica plaga, si es que no lo es ya. Creo que la sociedad no es consciente de lo que significa un mundo lleno de autistas. Pues veamos a lo que nos enfrentamos.

Las personas autistas tienen una variedad de limitaciones o desafíos que varía mucho entre individuos. Un mundo lleno de autistas significa que la inmensa mayoría de las personas tendrán problemas para comprender o usar el lenguaje verbal y no verbal (gestos, tono de voz o expresiones faciales); dificultad para iniciar o mantener una conversación; limitaciones a la hora interpretar normas sociales implícitas (por ejemplo, mantener contacto visual o respetar turnos); problemas para desarrollar o mantener amistades; preferencia por estar solos o poco interés en actividades sociales; apego a rutinas estrictas y malestar ante cambios inesperados; interés muy intenso o restringido en temas específicos; hipersensibilidad o hiposensibilidad a estímulos como luces, sonidos, texturas, sabores u olores; reacciones extremas a ruidos fuertes, ciertas telas o luces brillantes y problemas con la planificación, organización o manejo del tiempo. Por el contrario, también es verdad que muchas personas autistas pueden tener otras habilidades, como una gran memoria, pensamiento lógico o ser excepcionales en áreas como matemáticas, música o programación.

Pero no sólo ha aumentado el autismo de una forma alarmante, sino también el resto de enfermedades y otras nuevas. Paradójicamente, aquí hay algo que no cuadra, ¿cómo puede ser que en la era más avanzada de la medicina haya más enfermedades y más enfermos que nunca? ¿Qué está pasando?

Pues pasa que la medicina moderna ya no se rige por el principio “primum non nocere” (lo primero es no hacer daño). Ahora todo se reduce a una transacción comercial “paciente-médico-bigfarma”, amparada en una pseudociencia que experimenta directamente con seres humanos sin su consentimiento (lo vimos durante la falsa pandemia cuando se inoculo a la gente “vacunas” experimentales sin el consentimiento informado).

Salvando las distancias, el sacrificio de niños inocentes, llevados a cabo en otros tiempos en forma de rituales sangrientos, hoy se hace en los hospitales bajo la legitimidad de unas leyes que les obliga a inocularse vacunas a cascoporro. En definitiva, se ha cambiado el cuchillo por la jeringuilla, los sumos sacerdotes por médicos y los rituales sangrientos por protocolos sanitarios.

Sinceramente creo que no me equivoco si digo que a la inmensa mayoría de la sociedad el aumento de autismo le importa un rábano. Y no le importa, porque somos una sociedad acostumbrada a relativizar el dolor ajeno mirando hacia otro lado. Nos hemos convertido en seres estúpidos, indiferentes y anestesiados. Y lo que roza en la degeneración más absoluta: seríamos capaces de vender a nuestra propia madre con tal de seguir manteniendo nuestro culo pegado a la silla del falso confort en que vivimos.

Definitivamente, hay días que pienso que no tenemos solución.
 

20 mayo 2025

NUEVAS ARMAS PARA GUERRAS NO DECLARADAS

Los ejércitos modernos están cada vez más orientados hacia el desarrollo de armas tecnológicas en lugar de las bombas tradicionales. Hoy en día la tecnología militar se enfoca en sistemas de armas inteligentes, comunicaciones avanzadas, vehículos no tripulados y ciberseguridad. Sin embargo, las nuevas armas inteligentes, especialmente aquellas que surgen del avance tecnológico y científico, presentan una serie de peligros significativos tanto para la seguridad global como para los derechos humanos.

Veamos algunas de las más destacadas.

Las armas autónomas, como drones y robots militares, pueden seleccionar y atacar objetivos sin la intervención humana. Las cibernéticas, o herramientas digitales, son capaces de sabotear infraestructuras críticas como hospitales, redes eléctricas y sistemas bancarios, generando un caos económico, social y político sin efectuar un solo disparo. Las nucleares avanzadas, o “mini-nukes”, hacen más “tolerable” su uso táctico, bajando el umbral del uso nuclear en una guerra total. Las armas biológicas y químicas, modificadas genéticamente, son diseñadas para atacar poblaciones específicas, pudiendo provocar pandemias artificiales incontrolables. Las basadas en tecnología genética CRISPR (tecnología que permite cortar y editar el ADN) son personalizadas y pueden tener efectos impredecibles en la futura evolución biológica. Las armas climáticas, pueden provocar sequías o inundaciones prolongadas. Por último, tenemos las armas espaciales de energía dirigida mediante láseres o microondas, que pueden destruir satélites y redes de comunicación.

Hablemos ahora de las armas más desconocidas y peligrosas para el gran público en general: las biológicas y cibernéticas.

De todas las armas nombradas anteriormente, las biológicas y cibernéticas representan dos de los mayores desafíos contemporáneos porque son invisibles, difíciles de atribuir y sus consecuencias pueden ser extremadamente catastróficas.

Armas biológicas

Las armas biológicas son sustancias patógenas (virus, bacterias, toxinas,..) diseñadas para aterrorizar, incapacitar o matar a humanos, animales o cultivos. Este tipo de armas ya se han utilizado (recordemos el Ántrax usado en cartas en EEUU en 2001).

Evidentemente, son extremadamente peligrosas, ya que pueden crear patógenos muy resistentes. Además, un ataque es difícilmente rastreable y puede hacerse pasar por una pandemia natural, con el consiguiente pánico de la población que ni siquiera sería consciente de que está siendo atacada.

Lo curioso del caso es que existe un convenio de regulación, el “Convenio sobre Armas Biológicas de 1972”, el cual prohíbe su desarrollo y uso, pero en realidad es papel mojado.

Armas cibernéticas

Las armas cibernéticas son programas o herramientas digitales creadas para dañar, destruir o controlar sistemas informáticos como infraestructuras eléctricas, bancos o satélites. Tenemos ejemplos reales, como el virus informático “Stuxnet”, desarrollado por EEUU e Israel, que fue creado para sabotear el programa nuclear iraní. También está la Guerra cibernética Rusia-Ucrania, con ataques a redes eléctricas y medios de comunicación.

Este tipo de arma puede dejar a millones de personas sin electricidad, sin acceso a Internet o sin servicios básicos.

Hoy en día no hay un tratado específico que prohíba las armas cibernéticas. Por lo tanto, se pueden utilizar a discreción.

Veamos ahora unos ejemplos realistas de la utilización de armas biológicas y cibernéticas.

Ejemplos de armas biológicas

Supongamos que es liberado un virus modificado en un aeropuerto internacional. Esto significa que miles de personas infectadas viajarán por todo el mundo antes de mostrar síntomas. Posteriormente, se crea una pandemia artificial que paraliza el mundo. Por cierto, ¿te suena de algo?

También pudiera darse el caso que en un conflicto entre dos países vecinos uno utilice esporas genéticamente modificadas para destruir el trigo del otro, provocando una crisis alimentaria interna, la pérdida de exportaciones o la desestabilización política por hambruna.

Ejemplos de armas cibernéticas

Hackers desactivan centrales eléctricas, sistemas de abastecimiento de agua y telecomunicaciones. La población entra pánico y el país se convierte en un caos.

Otra manera es provocar un colapso financiero lanzando un ataque coordinado a bancos, bolsas y redes de tarjetas de crédito. El resultado sería el retiro masivo de fondos y la pérdida inmediata de confianza en la economía de ese país.

Estos ejemplos muestran cómo una instrucción en un programa informático o una bacteria pueden tener efectos más devastadores y duraderos que un misil.

Y ahora especulemos un poco.

España ha sufrido recientemente dos colapsos históricos: uno en la Comunidad Valenciana, que fue arrasada por una tromba de agua, y, el otro, seis meses más tarde, cuando la electricidad desapareció de la Península Ibérica por más de 20 horas. ¿Han sido cosas del azar? A ver, ya he dicho que esto no es más que una especulación. Pero países como Marruecos, Israel, China, EEUU o la propia España pudieran tener interés en sabotear la Península Ibérica. Por lo tanto, no estaría de más preguntarnos si estos colapsos, u otros venideros, pudieran ser provocados deliberadamente por armas cibernéticas.

Evidentemente, lo que acabo de exponer no pretende ser una afirmación, sino una simple conjetura para hacernos reflexionar sobre el poder de este inmenso arsenal destructivo que está proliferando como setas por todo el mundo (recordemos que la UE va a gastar 800 mil millones de euros en rearmarse).

Seamos serios. La razón de ser de estos mortíferos arsenales no es otra que la de destruir y aniquilar seres humanos, y no el patético argumento de que son armas disuasorias para la defensa de la paz. El despilfarro de recursos, tiempo y talento para hacer el mal es de tal envergadura, que si se utilizase para hacer el bien estaríamos a años luz de cómo nos encontramos ahora.

Conclusión. Estamos en manos de gente rematadamente loca. 

10 mayo 2025

LA ACEPTACIÓN DE NUEVAS IDEAS CADA VEZ MÁS DISTÓPICAS A TRAVÉS DE LA “VENTANA DE OVERTON”

Estamos asistiendo en riguroso directo a unos cambios radicales en la sociedad, los cuales eran impensables hace tan solo unas décadas. La aceptación de la nueva “cultura woke”, la consagración de la “religión climática”, el consentimiento de la inmigración masiva descontrolada, la tolerancia a una vigilancia constante las 24 horas del día o las incuestionables restricciones climáticas y sanitarias, entre otras cosas, han sido introducidas en nuestra sociedad sin que nos hayamos dado cuenta.

Actualmente, la misión de los políticos ya no es la de gestionar el país –el país lo gestionan las multinacionales-, sino la de imponer nuevas ideas a la sociedad, para conducirla hacia donde el “Estado Profundo” quiere.

Para llevar a cabo la tarea de elaborar nuevas ideas, a mediados del siglo XX se pusieron en marcha los think tanks (traducido al español como “laboratorios de ideas”), donde un supuesto grupo de expertos son los encargados de dar forma a todo lo relacionado con este nuevo ideario.

Uno de los “pensadores” más famoso del los últimos tiempos fue Joseph Paul Overton (1960-2003): un politólogo estadounidense que desempeñó el cargo de vicepresidente sénior en el think tanks Mackinac.

Para explicar cómo ideas políticas que parecen tabú pueden volverse aceptables y viceversa, Overton creó un modelo -actualmente muy famoso- que puede ayudar a entender la vorágine de los cambios que se están produciendo.

A principios de la década de 1990, Overton configuró un eje que va de “mayor libertad” a “menor libertad”, pudiendo un concepto, una idea,…etc., pasar de ser impensable a radical, luego aceptable, razonable y, finalmente, popular y ser aceptado por la opinión pública. Como el eje puede moverse en los dos sentidos, también puede suceder que un concepto aceptado hoy en día pueda pasar de ser popular, a razonable, aceptable, radical y, finalmente, impensable. Esta idea finalmente se conoció como la “ventana de Overton”. 

La “ventana de Overton”, según Joseph Overton. La palabra política, en el centro, se refiere a las leyes, reglamentos o medidas que se llegan a aplicar, en ese punto.

La "ventana de Overton" es una teoría que describe el espectro de ideas políticas socialmente aceptables o inaceptables en un momento dado. Explica cómo se puede cambiar la opinión pública; es decir, el posicionamiento de la sociedad sobre un tema, de manera que una idea considerada radical logre con el tiempo pasar a ser aceptable como, por ejemplo, el matrimonio entre personas del mismo sexo, o viceversa, o sea, inaceptable, como sería hoy en día la tenencia de esclavos.

Hay ejemplos de todo tipo. Uno de los más ilustrativos fue la restricción de los derechos fundamentales durante la falsa pandemia, ya que años atrás hubiera sido impensable. También años atrás hubiera sido inconcebible que determinados líderes políticos llegasen al poder, y llegaron. Otros ejemplos, como el derecho a voto de la mujer o la prohibición de fumar en los locales públicos -ideas descabelladas en su momento- hoy han sido asumidos por la sociedad.

La “ventana de Overton” lleva siendo movida sutilmente por quienes ejercen el poder sin que la mayoría de nosotros nos demos cuenta. Como hemos podido comprobar, la velocidad se ha acelerado durante los últimos años en sintonía con las nuevas tecnologías. Algunas veces la mueven los políticos y otras, las más, los lobbies, grupos de presión y estamentos superiores con determinados intereses. Lo que es incuestionable, es que difícilmente la mueve la sociedad civil, salvo raramente cuando, por ejemplo, se producen revoluciones populares bien organizadas.

Mover la “ventana de Overton” es más fácil cuando hay una crisis o una situación de “shock” entre la población. Una situación de este tipo puede hacer que algunos líderes carismáticos, algunos científicos y algunos personajes populares influyan en la población de una manera determinante. Pero los más influyentes son, sin lugar a dudas, los medios de comunicación y las redes sociales. Esto lo pudimos comprobar durante la falsa pandemia.

Dicho esto, analicemos mediante la “ventana de Overton” tres controvertidas ideas distópicas, que nuestros políticos tratan de que sean aceptadas por la opinión pública, como son la vigilancia total, las ciudades inteligentes o la inmigración masiva descontrolada.

Vigilancia total.

“Ventana de Overton” aplicada: Impensable: “El gobierno no debería espiarnos, eso es propio de dictaduras.” Radical: “¿Y si solo se espía a los criminales mediante cámaras?” Aceptable: “Se necesitan cámaras en espacios públicos para protegernos del crimen y del terrorismo.” Razonable: “La vigilancia ayuda a mantener la seguridad. Si no haces nada malo, no tienes nada que temer.” Popular: “por nuestra seguridad, es fundamental apoyar la instalación de cámaras en todos los espacios públicos y el monitoreo de redes sociales.” Política: Se aprueban leyes que legalizan la vigilancia total con justificación de seguridad nacional o sanitaria.

Ejemplo real: China con más de 170 millones de cámaras y su sistema de crédito social, o las medidas adoptadas posteriormente a los atentados del 11-S en EEUU y el resto del mundo.

Ciudades inteligentes.

“Ventana de Overton” aplicada: Impensable: “No queremos que todo esté conectado, eso es invasivo”. Radical: “Podríamos tener sensores para cosas puntuales como el tráfico.” Aceptable: “Los semáforos inteligentes mejorarían la movilidad.” Razonable: “Una ciudad inteligente mejora la eficiencia, el medio ambiente y la calidad de vida.” Popular: “Las ciudades inteligentes son el futuro. Quiero vivir en una.” Política: Inversiones públicas y privadas masivas en infraestructura digital y urbanismo algorítmico.

Ejemplo real: en China ya hay más de 500 ciudades inteligentes y en Europa y EEUU empiezan a ser una realidad.

Inmigración masiva descontrolada

“Ventana de Overton” aplicada (según narrativa pro-apertura): Impensable: “No podemos dejar entrar a cualquiera, sería un caos.” Radical: “Pero hay gente sufriendo, deberíamos ayudar al menos a unos pocos.” Aceptable: “Aceptamos refugiados, es una obligación moral.” Razonable: “La inmigración trae diversidad, fuerza laboral y revitaliza la economía.” Popular: “Es positivo recibir a migrantes, los necesitamos.” Política: Se flexibilizan las leyes migratorias, se implementan políticas de puertas abiertas o se autoriza la regularización masiva.

Ejemplo real: Europa y EEUU se han convertido en los principales focos de concentración de inmigración masiva descontrolada.

Evidentemente, el proceso también puede ser inverso y la “ventana de Overton” puede ir hacia lo restrictivo, como vimos durante la falsa pandemia.

Resumiendo. La “ventana de Overton” es la justificación técnica de cómo ideas que antes parecían impensables pueden llegar a ser políticamente correctas y viceversa.

Para terminar tres preguntas:

Primera. ¿De verdad necesitamos cosas como la “ventana de Overton” para justificar lo injustificable? 

Segunda. ¿Puede cualquier cosa pasar de ser considerada radical a aceptable y viceversa siguiendo la teoría de la “ventana de Overton”?

Y la pregunta que no me resigno a hacer: ¿Dónde está el límite a tanta estupidez? 

Sin lugar a dudas, ya no cabe un tonto más en este mundo.


AUTISMO: UNA AUTÉNTICA PLAGA QUE NO PARECE IMPORTAR A NADIE

En EEUU, en un reciente estudio del “Centro de Control y Prevención de Enfermedades” (CDC) titulado “ Prevalencia e identificación temprana ...