09 octubre 2024

¿SON REALMENTE VIRUS Y BACTERIAS LOS CAUSANTES DE ALGUNAS ENFERMEDADES?

Diferentes artículos, publicados en numerosas revistas “especializadas”, aseguran que Louis Pasteur y Robert Koch establecieron la “teoría de los gérmenes” como científicamente probada. Por lo tanto, tenemos que creer que el trabajo de estos dos señores permitió “probar” la hipótesis inicial del germen y elevarla al rango de teoría científica.

Para hacerlo aún más oficial, la Enciclopedia Británica dice que la "teoría de los gérmenes", es decir, la teoría que habla de que determinadas enfermedades son causadas por la invasión de microorganismos demasiados pequeños para ser visibles como virus o bacterias, se considera “probada” desde hace mucho tiempo.

La misma afirmación hace la Universidad de Harvard, que ratifica que esta “teoría” fue desarrollada, probada y popularizada en Europa y Norteamérica aproximadamente entre 1850 y 1920.

Y, por supuesto, como no podía ser de otra manera, Wikipedia afirma que la “teoría de los gérmenes” es actualmente aceptada para muchas enfermedades.

Ha pasado más de un siglo y esta “teoría”, que sistemáticamente es introducida en la mente de los futuros médicos durante su “formación” académica, ha acabado siendo aceptada por toda la población mundial sin cuestionar siquiera si Pasteur y Koch aportaron la evidencia científica necesaria y suficiente para confirmar su hipótesis.

Sin entrar en materia, pero siendo consciente de cómo funciona el mundo, donde todo se reduce a obtener el máximo beneficio en el menor tiempo posible, no está de más cuestionarse: ¿y si la “teoría de los gérmenes” fue aceptada simplemente para que las farmacéuticas se hicieran de oro con las vacunas?

Hoy en día ya hay montones de estudios que refutan la “teoría de los gérmenes” de los que, sin embargo, nadie ha oído hablar. Son estudios que han investigado a fondo los pasos de Louis Pasteur y de Robert Koch. Dichos estudios afirman que los llamados virus patógenos son en sí mismos sólo el resultado de la muerte de las células o las consecuencias de su ataque por diversas fuentes como, por ejemplo, las provenientes de campos electromagnéticos, radiaciones, etc.

En definitiva, estos investigadores aseguran que la hipótesis de que los virus patógenos y los gérmenes maliciosos son los causantes de la mayoría de las enfermedades es totalmente absurda. Aseguran que las bacterias que se encuentran permanentemente alojadas en nuestro cuerpo (constituyendo así nuestro microbioma) normalmente participan de manera simbiótica en la asimilación de nutrientes, así como en la eliminación de diversas toxinas y desechos (en particular, células muertas).

Según ellos, se trata de desechos celulares simples de diversos órdenes, incluidos trozos de ADN o ARN, posiblemente rodeados por una envoltura lipídica para que salgan de la célula en mal estado o simplemente en modo de mantenimiento (se deshace, en particular, de las hebras de ARN caducadas después de su producción de proteínas).

Estos desechos son múltiples y su código genético depende, por supuesto, del de las células y, por tanto, del individuo (humano, animal o vegetal) cuyas células son afectadas o limpiadas. Y concluyen, que son moléculas muertas que no tienen poder de replicación. Por lo tanto, no mutan.

Ante tales aseveraciones, es obvio preguntarse: ¿entonces qué nos enferma? Pues según los detractores de la “teoría vírica”, que el cuerpo y la mente dejen de estar en equilibrio.

Cuando el cuerpo y la mente dejan de estar en equilibrio se siente malestar. Este malestar puede provocar efectos físicos (síntomas) más o menos agudos si la causa del desequilibrio no se corrige rápidamente. Si la causa persiste, los síntomas tienden a empeorar, pudiendo la enfermedad progresar a una peor etapa de desorganización.

El desequilibrio del cuerpo y la mente pueden ser provocados por deficiencia o exceso de diferentes factores.

Los factores que pueden producir un desequilibrio por deficiencia incluyen:

-A nivel físico: la desnutrición (incluidas las carencias de vitaminas, sales minerales y/o proteínas), la falta de exposición al sol, la falta de sueño, etc.

-A nivel afectivo y emocional: el aislamiento, la falta de contacto con los demás y con la naturaleza….

-Y a nivel mental: la falta de estimulación (mediante la lectura, los ejercicios mentales, la meditación, la reflexión, etc.).

Los factores que pueden producir un desequilibrio excesivo por intoxicación son:

-A nivel físico: exposición a radiaciones, aditivos alimentarios, pesticidas, herbicidas, contaminantes del aire, microplásticos en el agua y los alimentos, sustancias petroquímicas en cosméticos, detergentes, edulcorantes, medicamentos derivados de la petroquímica, vacunas, etc.

-A nivel afectivo y emocional: la búsqueda de sensaciones extremas, la ausencia de ponderación por parte de la mente, la conciencia o la espiritualidad, etc.

-Y a nivel mental: exceso de trabajo intelectual, estado de ansiedad, depresión…

Dicho esto, ya sólo nos queda rebatir la “teoría del contagio”.

Según los detractores de la “teoría de los gérmenes”, no existe la enfermedad por contagio de persona a persona, ya que nunca se ha podido demostrar científicamente tal cosa. Dicen, que las personas que enferman simultáneamente no lo hacen porque se contagien unas de otras, sino porque están expuestas a las mismas condiciones de vida: medioambientales, climáticas, alimentarias, estresantes, radiaciones, etc.

Para los nuevos investigadores independientes, la evidencia utilizada para argumentar que Pasteur y Koch probaron la hipótesis de los gérmenes no puede estar más lejos de la realidad. Según ellos, la hipótesis de los gérmenes, tal como se desarrolló sobre la base de un fenómeno natural observado, no pudo probarse mediante experimentos que reflejaran la vía hipotética de exposición natural. Pasteur y Koch tuvieron que recurrir a métodos antinaturales y grotescos para intentar enfermar a los animales. Ambos fueron incapaces de satisfacer los cuatro postulados lógicos esenciales, atribuidos a Robert Koch, que supuestamente prueban que cualquier microbio puede causar enfermedades. En definitiva, tuvieron que forzar y romper las reglas para que su “teoría” encajara.

Por lo tanto, siempre según estos investigadores, la hipótesis del germen nunca ha sido probada mediante evidencia derivada del método científico y consistente con la lógica de los postulados de Koch. Y, para más inri, fue refutada sin querer por los mismísimos Pasteur y Koch. Por consiguiente, afirman que nunca debió haber sido elevada a la categoría de teoría científica.

Después de haber expuesto las dos posturas sobre la “teoría de los gérmenes” (la que oficialmente reconoce su existencia y la que la niega), lo políticamente correcto sería decir que cada uno piense lo que quiera y actúe en consecuencia. Sin embargo, no sé si sería una opinión imparcial, ya que una postura es oficialmente reconocida, y dada a conocer al gran público, y la otra ocultada y denostada sistemáticamente.

Resumiendo. La teoría de que los gérmenes y los virus nos enferman ha sido rebatida científicamente en innumerables ocasiones. Sin embargo, nunca ha habido un debate serio al respecto. ¿No será que las empresas farmacéuticas ganan miles de millones con las vacunas y no están dispuestas a arriesgarse a perder tan suculentos beneficios? No sé, a lo mejor la reciente “vacunación” masiva de la humanidad, para supuestamente protegernos de un virus llamado SarsCov-2, nos pueda aclarar algo.

Ahora, como siempre, cada uno es muy libre de creer lo que quiera. Pero para sacar conclusiones, como ya he dicho, primero hay que informarse bien en los dos sentidos. Es lo mismo que en un juicio: hay que escuchar a las dos partes (defensa y acusación), ya que si sólo se escucha a una de ellas no sería un juicio justo, sería un fraude. 

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